21 de febrero de 2007

Lecciones de San Valentín

Tenía tantas cosas en la cabeza que no sabía por donde empezar así que empecé a filtrar mis ideas y ordené mi cabecita –quería escribir de tantas cosas- así que resumiendo… aprendí algo importante en una muy estimulante conversación con mis queridas amigas del alma:
  1. Debo prender una vela roja.
  2. Bendito sea el condón.
La primera lección no sé si llevarla a cabo pero así como se presenta la situación de soltería permanente quizás sea hora de llevarla a cabo y rezarle a San Antonio de Padua si quiero tener a mi hombre peludo al lado… mmm ¿tan desesperada estaré?
La segunda lección definitivamente me asustó… los hombres son tan pendejos que pueden cagarle la existencia a una mujer –léase embarazo no deseado- sin siquiera existir penetración… el asunto es que sin llegar a la eyaculación el peligro está latente justo en el momento que segrega su lubricante natural, así que adiós al método del ritmo y al diablo con lo que diga la Iglesia además que una no sabe cuántas enfermedades puede transportar alegremente tu hombrecito.
Aunque no lleve a cabo el primer consejo porque no soy lo suficientemente disciplinada para rezarle todas las noches al santito en cuestión creo que de dos lecciones vale más una aprendida que ninguna. Así que Vade Retro Satanás.
Ja!