Quien dice que a cualquier edad siempre seremos hijitas de papá TIENE TODA LA RAZÓN haberlo sabido antes y me hubiera preparado.
A poco más de tres meses de mi relación con Rodolfo se presentó la oportunidad que él pueda venir a verme a Tacna (después de las dos veces que fui a La Serena). Pasamos 4 días y 5 noches maravillosos que empezaron el 28 de julio (día de mi Perucito) con presentación a toda la familia y el interrogatorio correspondiente con papá y mamá... diablos tengo casi ¡30 años! pero ya ni modo los viejos se quedaron tranquilos y Rodo salió bien parado a pesar de la doble advertencia sobre mi "dulce carácter" menos mal que no se asustó.
Y la verdad que las cosas marchan bien, es la primera vez que tengo la certeza de estar con el hombre indicado y claro no todo es bueno empezando por la distancia y no es que seamos masoquistas, se trata de habernos encontrado y aunque él viva en Nepal sé que no hay otro como él y por eso vale la pena el intento. Somos conscientes de las dificultades pero eso nos estimula a seguir creyendo que tenemos una misión que cumplir, estar juntos para rescatar perritos abandonados y ponerle Oliverio al gato rayado que tendremos en casa.
Rodolfo Morales me ha cambiado la vida y yo la suya.
5 de agosto de 2010
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