
Mudanza de una iglesia en Sajonia... sin palabras

Yo sabía que era una caradura, pero un momento como ese ¡no tiene precio!

¡fúchila! se le va a caer la cara a la señora
Pues generalmente se trata de vivencias personales que trato de registrar para que cuando sea viejita tenga algo de qué reirme. Lástima que a veces se me olvida que tengo este blog por culpa del Facebook.
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