2 de julio de 2008

Descubriendo a Benedetti (más vale tarde que nunca)

En días tediosos sin nada nuevo que me sacuda el cuerpo y cuando no podía estar más aburrida abrí un libro al que no le había prestado atención, pero como me encanta saqué de los estantes del librero de mi casa en Tacna un poemario de Mario Benedetti. Sucedió que mientras lo leía en la casa de Arica me despojé de la tristeza que me envolvía desde… desde… reconozco que no soy aficionada a la poesía que aunque bonita la encontraba distante o extraña a lo que años atrás sentía, años sin saber lo que era estar enamorada, pero habiendo pasado por ese raro estado, ya no me parece tan lejano y desconocido lo que leo, hasta creo que mi ex me las dedica, claro en mis sueños, no he dejado de soñar a pesar de todo y no pienso despojarme de mis sueños rosas jamás.

Lo cierto es que después de muchas semanas me sentí comprendida, exaltada, asombrada mmm me sentí bien.

La sensación que te provocan los versos de Benedetti al leerlos en voz alta es tan exquisita, porque es cuando sientes que las palabras toman forma y evocan esos recuerdos que provoca el hombre que amaste.

Qué extraña sensación ésta de sentirse aliviada, como si estuviera en otro lugar menos en mi habitación de cortinas verde limón.

Bendito seas Mario, perdón por la confianza.

NO TE SALVES

(El Amor, Las Mujeres Y La Vida)

 

No te quedes inmóvil

al borde del camino

no congeles el júbilo

no quieras con desgana

no te salves ahora

ni nunca

no te salves

no te llenes de calma

no reserves del mundo

sólo un rincón tranquilo

no dejes caer los párpados

pesados como juicios

no te quedes sin labios

no te duermas sin sueño

no te pienses sin sangre

no te juzgues sin tiempo

 

pero si

pese a todo

no puedes evitarlo

y congelas el júbilo

y quieres con desgana

y te salvas ahora

y te llenas de calma

y reservas del mundo

sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados

pesados como juicios

y te secas sin labios

y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil

al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo.

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